lunes, 25 de julio de 2011

Vespasión que grande eres...








Sobran razones para decir. Quiero más Vespasión Canarias.

En el muelle de Santa Cruz, se aguarda con desespero, la llegada de un barco. Kako mira el reloj y el horizonte. No llegan. Carly llama al otro lado. Donde estarán no hay señal. En Tegueste dormido, ya Ángel, “el presi” se las ingenia para entretener a la otra parroquia. Estos “Canariones” nos van a quitar las ganas. Pensaba en su regocijo mañanero.

La recepción fue de pasillo y emocionante, entre el compás de espera y el deseo de abrir pista, nos cruzamos saludos y miradas de buen rollo y pronto Kako, Candra, JJ Goyo, luis.. Nos enfilan pa “San Andrés lindo y pesquero el de las blancas casitas, que se mueven luminosas, allá por las teresitas”.

Que alegría. Un año esperando el regreso del Vespasión Canarias. Un largo año, donde nuestros amigos de la Vespa de Tenerife, se pusieron manos a la obra, con el mayor proyecto que hayan hecho jamás. Y crean que lo consiguieron, combinar, rutometro, contenido, visitas, repostajes, señalizaciones, comunicaciones, regalos, hospedajes, comidas, asistencia, voluntarios y voluntades, no es tarea fácil. El secreto que destapo la pócima de un éxito deseado, no fue otro, que la ilusión.


El Macizo de Anaga, es una selva negra, esculpida por el Alisio que azota del Atlántico, pasear en las serpenteantes carreteras es simplemente un placer sensacional. Las nubes que agarran el monte con el coraje del celoso guardián del tiempo. Nos esconden hermosos pueblos pintorescos, que adivinamos en el mapa y entre claros.

Fresquitos, y continuos bajamos el Moquinal para encontrarnos con el fuerte de la expedición que esperaba en Tegueste. Breve recepción de saludos y admiración, allí habían Vespas y “vesperos” a granel, todos encantados de participar en Vespasión 2011.

El Club Vespa Gran Canaria, trajo toda la renovada artillería, destacando la Vespa más antigua que vimos rodar, Una 160 “Garachico” GC 18002. De Lanzarote llegó Manolo, con la más “Oxidada” se animó a mandarla para Tenerife sin hacerle nada. Y con la promesa de una restauración, su “vieja Pepita” cumplió entre grandes “Chutes de aflojatodo” y latigazos de cariño. Del Club el Manillar, Wyli, defendía el honor. Del Roque Nublo, los mensajeros del buen rollo. Carly del “Cumbres de Anaga”, unido a los amigos de la Vespa de Tenerife como anfitriones. Juntaron los dos días más de noventa motos.

Valle Guerra, Tacoronte, Sauzal. La Matanza, La victoria, Realejos. Toda la belleza de un norte chicharero de viñedos y verdor, con el paseo relajado de expectación en los núcleos más poblados, después de visitar varios miradores, llegó la hora del almuerzo en la finca las Ranas, Realejos. Un lugar con un encanto especial.

Abundante comida y relax, simpatías y risas de una intensa cita, que devolvía a la tarde la continuidad de la ruta. Visita al mirador de la Corona. La Guancha y llegada entre jolgorio y pitorreo al entrañable Garachico festivo. En la recta final, Puerto de la Cruz de dormitorio y el encantador Hotel Las Águilas. Nos relajaron de 154 km de etapa.

Amaneció en el Valle de la Orotava, arriba la corona de nubes que esconden al Teide, invitan abrigarse, antes de empezar la remontada. En el acceso al Portillo, descubrimos una isla clásica, de carreteras adornadas con flores de mundo. De olores a madera y a frituras de “Guachinches”, añorados recuerdos del valor del paseo en vespa, en el que ciertas sensaciones solo se perciben al andar sereno.
Después de cruzar el cielo, descubrimos otra isla. La del reino del sol y la majestuosidad del Teide, El monte de Pinar aquí mantiene el tipo, hasta que la altura los marea. Y acude la retama y el tajinaste al relevo. El portillo, espera a todo el que quiere conocer los secretos del Teide. Parada y lubricación soleada. Y prestos a continuar hasta el parador nacional.

Es difícil apreciar la cantidad de detalles y formas en el cono y la base de este gigante dormido, ahí debió enloquecer la furia del Titán para tallar otra obra única de las maravillas de las afortunadas.

Chiquita algarabía, en el Emjambre, la foto oficial. Los turistas encuentran otra razón más para seguir encantados con visitar canarias descubriendo el Vespasión. Al otro lado el valle de Ucanca tendido, arriba el Guajara arrogante. Mientras Ángel nos explica lo de la foto de las Mil pesetas.

Volvemos maravillados de la grandiosidad de la naturaleza. Y ahora Izaña y el descenso a las Lagunetas y las Raices, nos devuelve al bosque encantado. El frío que azota siempre el costado de la Esperanza es de taladro. Y la carretera de suaves curvas y largas rectas, nos meten otra vez debajo del cielo.

En las Raices la Paella y el descanso. Momento de sorteos y agradecimientos, es la antesala de un final inminente. Entrañable y significativo compartir estos ratitos, hubo tiempo de charla y fundamento, de mimar la base de este gran proyecto. En el relevo queda la vuelta a Gran Canaria, donde ampliamos una vez más las responsabilidades de esta cita. Miguel del club de Vespas de Gran Canaria, recoge el testigo y el reto.

Reza un dicho que del chicharro no vendrás sin probar el vino, el frío y la lluvia serena. Pues, como nos falto el chubasquero, nos regalaron el chubasco. Y de la Esperanza a la laguna, Las pepitas lavaron el rostro. La cuesta, Valle tabáres, Valle Jiménez y Campito. Asomarnos a descubrir la urbe Santacrucera en el mirador. Y para rematar faena. Comernos el heladito en la plaza España.

Se puede pedir más.

Gracias amigos de la Vespa de Tenerife. Angel, Kako. A todos. Por respetar y hacer grande el sentimiento Vespasión Canarias. Han hecho un evento a la altura de las circunstancias. Han cerrado el bucle del compromiso regional. Ahora a seguir soñando con más metas. Esto no ha hecho más que empezar.

Lo hemos pasado fantástico y nos hemos traído el sentimiento afortunado de apreciarnos felices en compartir esta pasión. Vespasión Canarias, que grande eres.
Fotos de Jose A Jorge.- en el enlace.-http://www.flickr.com/photos/21393886@N04/sets/72157627152601291/













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